Ingredientes funcionales en las fórmulas infantiles

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Bol. Pediatr. 2022; 62 (261): 178 - 182

La leche humana es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo en los primeros meses de vida. A lo largo de la historia de la humanidad y hasta hace relativamente poco tiempo, cuando por cualquier razón una madre no podía amamantar a su hijo recién nacido, las posibilidades de que este sobreviviera al primer año de vida eran muy escasas salvo que pudiera disponerse de un ama de cría que lo amamantara en su lugar. El uso de leche de otros mamíferos, sobre todo de vaca, nunca fue una alternativa segura, aunque en ocasiones era la única posible. Entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX comienzan a desarrollarse productos destinados a sustituir la leche humana, llamados inicialmente “sopa para lactantes” o “leche sintética adaptada” , pasando posteriormente a denominarse “fórmulas adaptadas” y actualmente fórmulas para lactantes. El objetivo inicial de las mismas era conseguir parecerse lo más posible a la leche materna. Actualmente disponemos de productos con una composición bastante similar a la leche humana, aunque aún se siguen observando notables diferencias en la funcionalidad entre dichas fórmulas y la leche materna. Los lactantes alimentados al pecho presentan diferencias sensibles respecto de los alimentados con biberón en tres grandes áreas: fisiológica ( patrón de crecimiento y composición corporal), bioquímica (composición plasmática, metabolómica) y funcional (respuesta inmune, neurodesarrollo y morbilidad)(1).

Functional ingredients in infant formulas

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  • Endocrino-Metabolismo