Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León

A. Sarriá

Bol. Pediatr. 1994; 35 (152): 165 - 174

Desde que el ser humano nace hasta su fallecimiento el alimento es un elemento esencial y condicionante de su vida. Los alimentos son necesarios para construir, mantener y regular el organismo, pero no son únicamente factores nutritivos sino que son algo más, ya que proporcionan, además, placer y satisfacción, al tiempo de contemplarlos y comerlos. Los cambios en los patrones de vida de muchos países desarrollados, entre los que se encuentra el nuestro, han originado modificaciones, también, en los hábitos alimenticios, no siempre favorables. Gran número de madres trabajan fuera del hogar y muchos niños realizan la comida de mediodía, el desayuno y otras comidas, en guarderías o comedores escolares. Nuevos alimentos, preparados para ser consumidos y por tanto sin necesidad de cocinarlos en los hogares, aparecen constantemente en el comercio y se han incrementado las posibilidades económicas de adquirirlos. Las actuales familias comen fuera de casa más frecuentemente que las de generaciones anteriores. Todo ello, unido a los nuevos conocimientos que sobre nutrición están surgiendo, obliga a revisar las recomendaciones que deben hacerse a la población en general y a los niños en particular sobre la forma de alimentarse...

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